Albariño de Fefiñanes es el estandarte de la bodega. La primera cosecha de este vino se remonta al año 1928, lo que lo convierte en uno de los primeros vinos gallegos que se comercializó con marca y etiqueta. Recogiendo la tradición centenaria de elaboración de vino en el Palacio de Fefiñanes, Enrique Mayer, joyero, azabachero y diseñador en Santiago de Compostela, diseñó la etiqueta en 1928. Poco después, en 1929, el vino sería premiado en la Feria Internacional de Barcelona 1929-30. Todo, un pionero.
Vista: Color amarillo dorado pálido con destellos verdosos.
Nariz: De alta intensidad con aromas de frutas frescas, manzana verde, cítricos, albaricoque y ciruela blanca.
Boca: Acidez marcada envuelta en la calidez y estructura de la añada. Muy largo.